El turismo español encuentra en las visitas de
extranjeros su única alegría en un 2012 mediocre. La demanda de los
clientes nacionales (que concentra la mitad del negocio total) lleva
cayendo dos años y el solo el tirón de los clientes internacionales
salvan la cara al sector... pero de qué manera: España ha hecho del de
2012 el mejor verano turístico de su historia con 21,57 millones de
turistas entre junio y agosto, un 3% que el anterior récord que databa
de 2007.
El verano de 2012 se ha hecho ya un hueco en la historia del turismo
español. Julio se convirtió en el mejor mes de todos los tiempos en
llegadas de turistas (con 7,71 millones). Poco le ha durado el honor:
agosto le ha desbancado como el mejor mes de la historia, superando los
7,86 millones de visitantes extranjeros, un 5% más que el año pasado.
Récord tras récord, este verano se ha convertido ya en el mejor verano
de la historia española.
Entre junio y agosto, los meses de mayor negocio del turismo español
por su aún excesiva dependencia del 'sol y playa', las llegadas de
turistas escalaron hasta las 21,57 millones. Nunca vinieron tantos en la
temporada alta, ni siquiera en los años del boom antes de que la crisis
mostrara todo su rigor.
Todos los registros de turistas foráneos recibidos vuelven a niveles
anteriores a la crisis. Entre enero y agosto, España ha recibido más de
40,7 millones de visitantes, un 3,6% más y lo que lo coloca como el
mejor dato en cuatro años. Se queda, no obstante, aún por debajo de los
mejores años del boom turístico español (los 41,07 millones alcanzados
en 2007, los 40,98 millones de 2008). Si 2011 se convertía en el cuarto mejor ejercicio turístico de la historia, 2012 promete como mínimo desbancarle e incluso el sector aspira a que entre en el podio de los grandes años.
El sector ha recibido con alivio la recuperación del mercado
británico durante el mes de agosto, después del preocupante
estancamiento que venía sufriendo en pleno verano. Reino Unido es, con
mucho, el principal mercado emisor, concentrando casi una cuarta parte
del volumen total de llegadas. La cifra de turistas británicos vuelve en
agosto a crecer, un 4,7%. El mal dato lo ofrecen los alemanes, que el
mes pasado redujeron las visitas un 4,3%, en contraste con el fortísimo
avance del otro gran mercado emisor, el frances, que crece un 17,5% en
agosto.
Las cifras de llegadas de extranjeros no dejan de dar alegrías, pero el turismo español afronta un 2012 que se adivina será globalmente mediocre. Incluso son muchos los que desde el sector temen un ejercicio abiertamente malo y apuntan ya a una vuelta a la recesión. Desde el punto de vista macroeconómico, el turismo de procedencia extranjera es el que más alivia las agotadas cuentas nacionales: el año pasado inyectó un récord de ingresos de 43.026 millones de euros a la balanza de pagos nacional y sin su aportación el déficit habría sido un 77% mayor.
Según los datos del Banco de España, los ingresos por turismo siguen este año muy cerca de máximos históricos, con 18.270 millones de euros en el primer semestre,
solo un 1% menos que en el extraordinariamente provechoso 2008. El
saldo positivo que aporta el turismo a la balanza de pagos nacional, en
cambio, sí que marca nuevo máximo histórico, superando los 13.000
millones, por el descenso del gasto de los españoles en sus viajes al
extranjero.
Sin embargo, las compañías turísticas aún tienen difícil cuadrar sus
cuentas cuando el cliente español, que concentra la mitad del negocio
total, sigue desaparecido y la demanda nacional encadena ya dos años
consecutivos de caídas. Y si a muchas empresas ya les resulta difícil
sostener la rentabilidad cuando solo funciona una pata del negocio, la
subida del IVA hasta desde el 8 al 10% se convierte en otro palo en la
rueda de la gran industria del país.
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